El buttercream (en adelante crema de mantequilla) debe su popularidad a los cupcakes, ya que se emplea en su cobertura y decoración, pero también se puede usar en las tartas, cuando el cliente no quiere fondant.
La crema de mantequilla debe quedar suave, esponjosa y ligera (para lo cual es imprescindible el uso de una batidora de varillas o una amasadora profesional) y en ningún caso debe notarse el sabor a mantequilla ni la textura del azúcar. Pueden usarse esencias de sabores, como el de vainilla por ejemplo.
No resulta fácil cubrir una tarta con crema de mantequilla pero, con la experiencia suficiente, se consigue que esa cobertura quede lisa, dando un aspecto limpio y elegante a la tarta.
En cuanto a la decoración, se añaden colorantes para crear flores y otros elementos de colores (incluso de varios colores a la vez).
Si te preguntas, ¿a qué viene esa S ? es porque esta fue la tarta que recibió Sole para celebrar su cumpleaños. Muchas gracias a su mamá Gabriela por por confiar en TelePostre.
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